La elección entre prensado en frío y prensado en caliente no solo afecta la eficiencia energética, sino también la calidad del producto final. Para productores de aceite de palma que buscan optimizar costos y mantener una ventaja competitiva global, entender estas diferencias técnicas es clave.
El prensado en frío (cold pressing) mantiene la temperatura del fruto bajo los 40°C durante toda la extracción. Esto preserva más antioxidantes como el tocoferol y el caroteno, lo cual mejora el valor nutricional del aceite crudo. En contraste, el prensado en caliente utiliza vapor a 85–95°C para romper las células del fruto, aumentando la capacidad de extracción pero reduciendo componentes sensibles al calor.
| Parámetro | Prensado en frío | Prensado en caliente |
|---|---|---|
| Rendimiento de aceite (%) | 18–22% | 24–27% |
| Consumo eléctrico (kWh/ton) | 180–220 | 150–180 |
| Costo de refinación | +15% por mayor contenido de gliceridos | +5–8% por menor impureza |
En regiones tropicales húmedas como Indonesia o Nigeria, donde el fruto llega con alta humedad (35–45%), el prensado en caliente reduce riesgos de contaminación microbiana y mejora la estabilidad del aceite crudo. Sin embargo, en zonas secas como Kenia o Sudán, donde la humedad del fruto es más baja (<25%), el prensado en frío permite obtener un producto premium con menor consumo energético.
Según Dr. Ana Martínez, ingeniera de procesos en la Universidad de Córdoba (España): "El equilibrio entre rendimiento y calidad no se decide solo por tecnología, sino por la estrategia de mercado. Si apunta a exportar a Europa o EE.UU., el prensado en frío puede ser una ventaja diferencial incluso si el rendimiento es 5% menor."
Si opera una planta pequeña o mediana (<50 toneladas/día), el prensado en frío ofrece mejor control de calidad y menos mantenimiento. Para plantas grandes (>100 toneladas/día), el prensado en caliente genera mayor rentabilidad operativa gracias a su eficiencia energética y alto rendimiento.
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