El aceite de palma refinado se somete a un proceso de fraccionamiento en el que se separan las fases sólidas (estearina) y líquidas (oleína) mediante métodos termomecánicos avanzados. Este proceso altamente eficiente maximiza el valor del producto y mejora la competitividad en el mercado. El fraccionamiento implica un enfriamiento controlado, seguido de una cristalización y filtrado, lo que da como resultado un aceite de primera calidad que cumple con los estándares mundiales.
En nuestra planta de fraccionamiento de aceite de palma, producimos tres fracciones distintas: estearina de palma (grasa sólida), oleína de palma (grasa líquida) y fracción media de palma. El proceso de fraccionamiento logra un aceite de palma limpio en 5,5 horas a una temperatura de 0 ℃, lo que garantiza una excelente fluidez y claridad, optimizado para el almacenamiento y la venta minorista.
Nuestra tecnología se centra en un sistema totalmente continuo y automatizado, sin disolventes ni productos químicos añadidos, lo que garantiza productos derivados del aceite de calidad superior. El aceite se enfría gradualmente en estado disuelto antes de filtrarse a través de filtros de placas para separar eficazmente los cristales y los ésteres sólidos. Este proceso da como resultado oleína y estearina de aceite de palma de alta calidad y consistentes que cumplen con estrictos estándares de calidad.